Mientras se ve cómo la desconocida le dice algo casi inaudible, el papa, irritado y con gesto molesto y dolorido, logra zafarse de la mujer golpeándole en el antebrazo. El pontífice, que tiene dificultades para andar y lleva calzado especial, siguió su camino tras el incidente manteniendo un poco de distancia con los files entusiastas. Su rostro, firme, se fue relajando progresivamente al entrar en contacto con los niños. 01/01/2020 - 10:01