Ayudar a un criminal, ocultar información a las autoridades policiales y obstaculizar la captura de un individuo puede traer graves consecuencias a una persona en Estados Unidos si se comprueba que es culpable. Precisamente eso sucedió en el caso de Divimara Lamar Nava, de 53 años, esposa de Francisco Oropeza, sobre quien pesan varios cargos de asesinato tras cometer una masacre en la que murieron cinco hondureños en Texas, Estados Unidos. A continuación todos los detalles sobre la situación judicial de la esposa del implicado por posible encubrimiento.
Divimara Lamar Nava, de 53 años, fue arrestada el pasado martes y es acusada de obstaculiazr la detención de su esposo Francisco Oropeza, quien es el supuesto responsable de asesinar a cinco hondureños en el condado de San Jacinto, Texas.
El enfurecido hombre asesinó a los compatriotas en el interior de su hogar, luego de que ellos le pidieron parar de disparar al aire en su jardín porque tenían a un bebé durmiendo. Tras el atroz crimen, huyó con rumbo desconocido.
Las autoridades iniciaron una minuciosa búsqueda del individuo por toda la zona.
Cuatro días después, encontraron a Oropeza en una vivienda en Summer Hollow en Crockett Trace Subdivision, lugar donde también estaba su esposa.
El hombre estaba en el interior de un armario, escondido entre la ropa sucia.
Nava está detenida en la cárcel del condado de Montgomery. Se fijó una fianza de $250,000.
Por otra parte, las autoridades fijaron una fianza de 7.5 millones de dólares a Francisco Oropesa, tras ser acusado de cinco cargos de asesinato.
El hombre podría recibir la pena capital, en caso de ser hallado culpable. Es decir, podría recibir cadena perpetua sin libertad condicional o pena de muerte.
La esposa de Oropeza es acusada obstaculizar la detención/procesamiento de un delincuente conocido, según registro de las autoridades.
Este es un delito grave de tercer grado, lo que significa que Lamar Nava podría pasar un tiempo en la cárcel si es encontrada culpable.
La mujer compareció el miércoles ante un juez y reveló que su esposo trató de huir a México tras cometer la masacre.
Expertos consultados por Univisión aseguran que la mujer podría pasar de dos a diez años en prisión.
Y es que de acuerdo a las leyes de Texas, una persona no puede quedarse callada al ser consultada por las autoridades sobre una situación como esta ya que se le puede incriminar.
Además de la esposa de Oropeza, se conoció que hay más detenidos en el caso.
Fueron cinco las víctimas hondureñas identificadas como Diana Velásquez, de 21 años, José Cáceres, de 18 años, Obdulia Molina, de 31 años, Sonia Guzmán, de 28 años, y su hijo Daniel Guzmán, de ocho años. Todos de nacionalidad hondureña.