Ante la desesperación de no poder contactarla, la madre entró al apartamento (de Claudia), donde se encontraron con trastes sucios, el televisor encendido y el aire acondicionado en funcionamiento. Además confirmó que su hija había sacado su ropa y documentos personales, además de su celular. Es decir, la escena no es típica de una persona que se va, sino de alguien sacado de repente o por la fuerza de su casa.