Otro de los indicios del caso, es que según la Comisión Interinstitucional contra la Explotación Sexual, Comercial y Trata de Personas de Honduras (CICESCT), la joven fue incluida en un catálogo de una red de trata de personas que opera en Tegucigalpa, Danlí, San Pedro Sula, Choloma, Santa Bárbara, Copán, Olancho, Choluteca, Valle e Intibucá desde hace años.