Al son de tambores garífunas y recorriendo calles de La Ceiba, así despiden a Aurelio Martínez
La Ceiba despidió con honra, orgullo y gratitud al cantautor Aurelio Martínez, que descansa en paz, pero su voz seguirá resonando en cada rincón de Honduras y del mundo donde se escuche la música del pueblo garífuna.
- 21 de marzo de 2025 a las 10:08

La ciudad de La Ceiba vive este viernes una jornada de profunda emoción y respeto al dar el último adiós al reconocido cantautor y líder garífuna Aurelio Martínez, cuyo legado musical y cultural traspasó fronteras. Aquí las imágenes de su recorrido por la ciudad que tanto amó.

Desde tempranas horas de la mañana, familiares, amigos, artistas, líderes comunitarios y ciudadanos se congregaron en el Centro Cultural Satuyé, donde el cuerpo de Aurelio fue velado en medio de cantos, rezos y el sonar de los tambores garífunas.

De ahí partió el féretro de Aurelio Martínez al filo de las 10 de la mañana cargado en hombros para iniciar un recorrido por la novia de Honduras. Su familia precedía la caminata que era acompañada al son de tambores garífunas.

La ceremonia de despedida incluye a las 10:00 de la mañana una solemne misa de cuerpo presente en la Catedral San Isidro, en el centro de La Ceiba, donde centenares de personas se reunieron para rendir homenaje a quien fue considerado una de las voces más importantes de la cultura garífuna.

Durante la misa, se escucharon palabras conmovedoras sobre el compromiso de Aurelio con su pueblo, su arte y su incansable labor por preservar y difundir la identidad garífuna tanto en Honduras como en el extranjero.

Finalizada la ceremonia religiosa, el féretro fue trasladado por las principales calles de La Ceiba, acompañado por una caravana de dolientes, mientras los tambores garífunas resonaban con fuerza, como símbolo del espíritu de lucha, alegría y resistencia que marcó la vida del artista.

Personas de todas las edades salieron de sus casas para unirse al cortejo fúnebre, algunos con flores en manos, otros bailando al ritmo de la música que tanto amó Aurelio, y muchos más entre lágrimas, agradeciendo por todo lo que su música representó.

La procesión avanzó lentamente, pasando por lugares emblemáticos de la ciudad, donde la comunidad lo saludaba. Fue una despedida a la altura de su grandeza.

Además de los tambores que acompañaron su despedida, los girasoles adornaron su carroza que también llevaba sobre el féretro la bandera de la cultura garífuna.

El cortejo partirá de la Catedral San Isidro al filo de las 11 de la mañana para el cementerio Jardines de Paz, donde se realizará el entierro.

Aurelio Martínez no solo fue un músico destacado; fue también un embajador cultural y un líder que siempre habló con orgullo de sus raíces.

Su partida deja un vacío inmenso, pero su legado continúa vivo en cada canción, en cada niño que aprende a tocar el tambor, y en cada comunidad que lucha por mantener viva la cultura garífuna.