Su captura se produjo el 26 de marzo de 2014, cuando fue sorprendido mientras recorría las calles de una residencial en San Pedro Sula a bordo de una camioneta de lujo. En sandalias, camisetas y calzoneta, Lobo fue trasladado hasta el alto tribunal de justicia para conocer los cargos por los que Estados Unidos lo reclamaba. Esto, a pesar que había establecido su residencia en otro país de Centroamérica, para evadir la solicitud de extradición que hizo EEUU.