Tener un terreno en una zona con condiciones especiales para el cultivo de coca se han convertido en una pesadilla para los hondureños de tierra adentro que han sido desplazados de sus tierras y en otros casos obligados a participar del cultivo ilícito.
Un investigador antidrogas de las agencias de Honduras, confió a EL HERALDO cómo es que los narcos han ido ganando terreno -literalmente- expandiendo sus cultivos en distintos puntos de Honduras.
Sobre los terrenos apetecidos por los narcos para este fín, lo primero que hacen es triangular zonas y para ello buscan características como difícil acceso, fuentes de agua, y cercanas a las rutas ya establecidas para sacar el producto a Guatemala y México.
Las investigaciones arrojan que los criminales no compran propiedades, pues prefieren desplazar a la fuerza a las comunidades.
Hay conocimiento de que llegan hasta reclutar a los habitantes como trabajadores bajo amenazas o con promesas de pago, según la fuente, informes antinarcóticos y casos destapados por los propios agentes hondureños.
Una vez que ya están dentro de las propiedades, los esclavizan y no los dejan salir por meses, muchas veces ni les pagan y a las mujeres las violan, las embarazan y hasta llegan a matarlas, en el peor de los casos.
Por ejemplo, en Sico, Iriona, Colón, hicieron un rescate de unos productores de hojas de coca a los que no les dejaban salir, no les pagaban y los torturaban, es decir, los obligaban a producir en las plantaciones.
También se ha detectado que utilizan tierras propiedad de campesinos, aprovechando que muchos o la mayoría no tienen título de propiedad, los narcotraficantes despojan con facilidad de las parcelas a los agricultores.
Adicionalmente, se ha detectado que los narcos utilizan tierras nacionales, ejidales o explotan las reservas naturales muy alejadas o solitarias, lugares que permanecen en el abandono del Estado.
Al llegar a esos sectores se puede detectar el abandono absoluto del Estado, donde no se ven proyectos sociales o comunitarios, no existe presencia policial o militar permanente.
El narco aprovecha este olvido para fabricar vías de comunicación, como la narco carretera entre Olancho y Gracias a Dios, denunciada por la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus.