Comunidades incomunicadas en la zona sur por crecida de ríos tras lluvias
Las lluvias provocadas por los remanentes de la tormenta tropical Sara han dejado comunidades incomunicadas en Pespire, Choluteca
- 18 de noviembre de 2024 a las 15:43
Las intensas lluvias provocadas por los remanentes de la tormenta tropical Sara continúan generando estragos en el sur de Honduras, dejando comunidades incomunicadas y pobladores angustiados.
En el municipio de Pespire, Choluteca, la zona de La Rampla, ubicada en el kilómetro 72, permanece aislada desde hace varios días debido al aumento del caudal de los ríos.
Los habitantes de la región, incluyendo comunidades como El Portillo, Morolica y La Laguna, han señalado que la crecida del río ha dificultado el acceso y que hasta ahora no han recibido asistencia por parte de las autoridades locales o nacionales.
“Estamos preocupados porque no sabemos cómo están nuestras familias, y nadie se ha acercado a ayudarnos”, manifestó un residente.
En la carretera CA-5 Sur, las lluvias han provocado derrumbes de tierra y piedras, especialmente en el sector de la cuesta de La Moramulca.
Además, el río Moramulca, en el kilómetro 59, presenta una fuerte crecida, mientras que la represa José Cecilio del Valle, conocida como la represa Nacaome, está rebosando debido al exceso de precipitaciones.
En San Antonio de Flores, Choluteca, el paso también está bloqueado en el sector de La Rampla desde hace tres días.
La persistencia de las lluvias ha generado temor entre los pobladores, quienes temen inundaciones mayores si las condiciones climáticas no mejoran pronto.
La falta de infraestructura adecuada, como puentes que permitan el tránsito en situaciones como esta, es una preocupación constante para los habitantes.
“Esto no es nuevo, pero parece que las autoridades solo se acuerdan de nosotros en elecciones”, denunció un vecino de Pespire.
Los pobladores hacen un llamado urgente a las autoridades para que evalúen la situación y brinden ayuda inmediata.
Piden ayuda no solo con alimentos y agua, sino también con soluciones a largo plazo para prevenir el aislamiento en futuras emergencias.
Mientras tanto, la angustia crece en las comunidades incomunicadas, que siguen enfrentando el impacto de las lluvias sin asistencia y con la incertidumbre de cuánto tiempo más permanecerán aisladas.