Las proyecciones indican un panorama desalentador para la costa sur del país, ya que el mar se llevará 137 metros cuadrados de tierra cada año en Honduras. Te mostramos a continuación qué tanto ha ido avanzando el mar en estos años y cómo ha obligado a las personas a dejar sus casas.
El impacto del cambio climático y el derretimiento de glaciares en los polos se hace evidente en la costa hondureña.
El pueblo pesquero de Cedeño lleva años de lucha contra el avance del mar, que se ha tragado casas y negocios a su paso.
Los residentes de Cedeño ven cómo el mar se adentra cada vez más, llevándose consigo parte de su comunidad, sabiendo que nada pueden hacer.
La comunidad de Cedeño, en Marcovia, Choluteca, enfrenta el desafío diario de las marejadas que amenazan sus hogares, pues cada vez el agua sube y llega más dentro del pueblo.
Los estudios indican que las costas hondureñas perderán 2.6 kilómetros de tierra entre 2020 y 2039 debido al crecimiento del mar.
El mar avanza sin piedad, dejando a su paso escombros de casas y recuerdos de una comunidad devastada, como se aprecia en esta imagen aérea.
Las marejadas ponen en peligro la vida y los medios de subsistencia de los habitantes de Cedeño, ya son muchos los que han quedado literalmente en la calle al perder sus hogares por las olas.
La fuerza del mar desafía la resistencia de las casas, que después de tanto y tanto embate terminan derribadas, asimismo mide la determinación de los residentes de Cedeño que se niegan a abandonar el lugar, aunque si han tenido que buscar nuevas casas.
Los estudios científicos muestran que el nivel del mar sigue en aumento, representando una amenaza para las comunidades costeras, siendo las del Golfo de Fonseca una de las más afectadas.
Los esfuerzos por contener el avance del mar son insuficientes ante la magnitud del problema, no hay obras que puedan detener el ´ímpetu del agua cobrando territorio.
La costa hondureña enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, con el mar reclamando su territorio.