La decisión de despedir a los catedráticos se fundamenta en el artículo 208 y 209 del Estatuto del Docente de la UNAH, que establecen como faltas graves la ausencia injustificada en el cumplimiento de funciones, el incumplimiento manifiesto de deberes del cargo, entre otras. Asimismo, el contrato colectivo de la UNAH permite a los empleados solicitar permisos sin goce de sueldo por hasta dos años, beneficio que los despedidos aparentemente no utilizaron.