Hace unas semanas, unos pandilleros obligaron a una familia a dejar una casa que alquilaba en Mirador de Oriente, una barriada de clase trabajadora de Tegucigalpa. La casa desocupada fue rentada nuevamente a una joven pareja, que se mudó con ayuda de tres amigos, el 23 de junio. Sin embargo, al llegar a la vivienda los cinco fueron secuestrados. Sus cuerpos fueron hallados una semana después en una agreste montaña cercana. Por este crimen, atribuido a la temida pandilla Barrio 18, hay seis sospechosos detenidos.