El equipo de EL HERALDO Plus conoció de primera mano las historias de estos hijos del zika. Sus padres han tenido que dejar sus trabajos para poder cuidar de ellos y algunos aún siguen esperando las promesas que alguna vez les hicieron. Estas son sus historias no contadas.
De acuerdo con los datos recabados por la unidad de EL HERALDO Plus, en 2016 se detectaron 61 casos de microcefalia en niños de 0-4 años, reportados en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el Hospital General del Sur y el Escuela.
Ariana Nazareth Valladares nació en julio de 2016 en Namasigüe, Choluteca, con microcefalia leve.
Su madre tuvo que renunciar a su trabajo para poder cuidar de ella y sobrevive de la ayuda brindada por sus hermanos.
Heydi Estrada es la madre de Ashley Dayana Gutiérrez, una pequeña que nació en 2016 con microcefalia.
Además, tiene epilepsia. “Pasó 23 días en el hospital, no le cabía otro tubo a mi niña... desde allí ha sido gasto, tras gasto, tras gasto”, recordó Alex Gutiérrez, padre de la menor.
Desde que nació los médicos advirtieron a Heydi y Alex que pusieran atención especial a los ataques epilépticos, sin embargo, ningún aviso describió lo difícil que fue “ver a mi niña convulsionando y saber que está a un hilo de que se va”. La pequeña vive eso una, dos o tres veces al mes, mencionaron.
Sus padres aseguran que en estos siete años no han recibido ayuda por parte del gobierno, a pesar de que muchas veces se lo prometieron.
“Nadie espera pasar por esta situación, hemos hecho cosas que nunca pensábamos que íbamos a hacer”, mencionó la madre con una lágrima sobre su mejilla.
Esta es la vivienda que la iglesia le prestó a la familia Gutiérrez Estrada. La vivienda es mucho más pequeña que las que la Alcaldía de Choluteca entregó a madres de niños con microcefalia.
Otra de las familias que sufre los embates de la microcefalia a causa de zika es la de Maritza Milagro Osorto nació el 11 de julio de 2016 en Choluteca, Choluteca.
Ellas fueron una de las pocas que lograron recibir ayuda de la alcaldía, pues recibieron una casa, pero al poco tiempo la madre de Maritza Milagro tuvo que dejarla, porque le quedaba muy lejos del hospital.
Y es que a raíz de la microcefalia la niña convulsiona, por lo que siempre tiene que salir corriendo por atención médica.
Cada uno de estos pequeños ha tenido que luchar contra las adversidades de la pobreza y la enfermedad. Siga conociendo las historias de estos niños en la siguiente entrega de EL HERALDO Plus.