Varias comunidades al sur de Honduras continúan este miércoles -1 de noviembre-incomunicadas y con sus pobladores rodeados de agua, así lo captó EL HERALDO en un nuevo recorrido por El Cubulero, El Aceituno y otros lugares de Valle, que permanece en alerta roja.
Los departamentos de Valle y Choluteca permanecen este día bajo alerta roja debido a que todavía prevalece el clima lluvioso, aunque en menor cantidad.
Los más chicos, que todavía no alcanzan a entender la emergencia, también sufren los efectos de las inundaciones en las viviendas.
EL HERALDO recorrió las zonas afectadas a fin de conocer de primera lo que están pasando los pobladores en la región sur del país.
Los vecinos están iniciando el proceso de sacar el agua de sus casas para tratar de regresar a la normalidad y retomar labores.
La mayoría de las residencias terminan con el agua adentro y todos los enseres mojados y dañados, pues en algunas ocasiones la crecida es tan rápida que no les da tiempo de evacuar a zonas más seguras.
Ante la incidencia de inundaciones, algunos pobladores han ideado la manera de resguardar algunas de sus pertenencias principales.
La medida es atar los muebles, camas, principalmente al techo de la casa, para evitar que se empapen de agua. Esto implica que mientras dura la emergencia, las familias no pernoctan.
Asimismo, para poder desplazarse requieren de lanchas, pues en algunas partes bajas el agua puede alcanzar hasta un metro de hondo.
También sufren los daños que quedan luego de las crecidas, pues una vez que el agua comienza a retirarse quedan rodeados de lodo y charcos.
Este miércoles comenzó a retirarse de la costa Pacífica centroamericana la tormenta tropical Pilar, pero una vaguada prefrontal se ubica en el Golfo de Honduras.
Adicionalmente, Copeco pronostica que este miércoles llega a Belice el frente frío y en horas de la tarde noche comenzará a sentirse con fuerza sobre el territorio hondureño.
La imagen muestra como se encuentran en sectores de El Aceituno y El Cubulero, donde el agua sigue cubriendo por al menos 50 centímetros.
Otro de los retos que enfrentan los pobladores de estas comunidades es el riesgo de perder a sus animales, pues si el agua no reduce su nivel corren el peligro de morir ahogados.
La mayoría de las viviendas de estas comunidades terminaron con el agua por varios centímetros arriba del piso.
Otros han optado por viviendas de dos niveles para tener una opción en donde resguardarse en caso de que el nivel del agua por desbordamientos aumente demasiado.
Las mascotas también se han visto obligadas a lidiar con la inundación, pues para movilizarse de un lugar a otro detrás de sus dueños tienen que nadar.
Como un espejo de vidrio, esta residencia y los árboles se reflejan claramente en el agua acumulada en la calle.
EL HERALDO captó un caimán saliendo del agua, algo que no es de extrañar, pues la fuerte corriente los arrastra de su hábitat y los acerca a las comunidades.
En Alianza, Valle, varios tramos de los bordos de contención no fueron concretados, lo que permitió que el agua pasara libremente a las zonas de viviendas.
Así permanece la corriente en algunos sectores de playa El Campo Bulero, fuertes corrientes y paso interrumpido.
Los hondureños deben arriesgar sus vidas al intentar cruzar al otro lado del río, pues la mayoría de los sectores están incomunicados.
Esta carretera se encuentra interrumpida, pues el río Goascorán sobrepasa el nivel del paso impidiendo que puedan llegar al otro extremo.
Esta toma del río muestra cómo se encuentra la corriente en el Goascorán tras las lluvias de Pilar en la zona sur.