Durante horas, Ian se ensañó con el suroeste de Florida dejando un paisaje de árboles derribados, señales de tráfico caídas y cristales rotos, además de cientos de personas con sus casas inundadas. Un día después del paso del huracán, los habitantes del condado de Lee, uno de los más afectados por el temporal, comprueban bajo un sol radiante los daños sufridos en las últimas horas. Aquí las imágenes.