Florida aparece devastada el jueves luego que el huracán Ian arrasara ciudades, dejando un saldo de víctimas humanas potencialmente “sustancial” a su paso antes de dirigirse hacia el sureste de Estados Unidos.
Luego de haber sido degradado a tormenta tropical, Ian volvió a reforzarse hasta alcanzar nuevamente la categoría de Huracán, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Hacia la noche del jueves, se dirigía a Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.
Al menos 12 personas murieron en este estado costero del sur de Estados Unidos, donde se multiplican las imágenes de calles transformadas en canales de aguas turbias, embarcaciones tiradas al suelo como simples juguetes y casas destrozadas
“Este podría ser el huracán más letal en la historia de Florida”, dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, durante una visita a las oficinas de la agencia federal que combate los desastres naturales, FEMA, en Washington.
“Los números (...) aún no están claros, pero recibimos informaciones que dan cuenta de una sustancial pérdida de vidas”, agregó, asegurando que quiere ir lo antes posible a Florida pero también a Puerto Rico, un territorio estadounidense en el Caribe recientemente golpeado por el huracán Fiona.
En una conferencia de prensa el jueves por la noche, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que esperaba numerosas muertes por el huracán.
DeSantis no proporcionó una cifra provisional y prefirió esperar a que se confirme un balance oficial “en los próximos días”.
“Se han realizado más de 700 rescates confirmados, y seguramente habrá muchos más cuando lleguen más datos”, dijo.
Un portavoz del condado de Volusia, en la costa este, anunció haber registrado “la primera muerte vinculada al huracán Ian”, un hombre de 72 años “que salió a vaciar su piscina durante la tormenta”.
Las autoridades confirmaron que sigue la búsqueda de 18 personas desparecidas el miércoles luego de que una embarcación de migrantes naufragara cerca del archipiélago de los Cayos. Cuatro cubanos nadaron hasta la orilla en los Cayos de Florida y la guardia costera rescató a otros cinco.
Luego de una noche de angustia, los residentes de Florida revisaban el jueves sus hogares y comunidades.
En la pequeña ciudad de Iona, en la costa oeste, Ronnie Sutton, que aún no ha podido regresar a casa, dijo estar convencido de que el agua lo había destruido todo.
“Es terrible. Supongo que es el precio a pagar cuando vives al nivel del mar. A veces te sale el tiro por la culata”, se lamentó.
Ante la magnitud de los daños, Biden declaró el estado de desastre natural mayor, una decisión que permite liberar fondos federales adicionales para las regiones afectadas.