“Era un tren lleno de estudiantes, de jóvenes de una veintena de años”, declaró Costas Bargiotas, médico del hospital de Lárisa. El vagón restaurante se incendió y la temperatura en su interior alcanzó los 1.300º C, según los bomberos. Muchos cadáveres quedaron calcinados. “Nadie pudo darme información. Sobre si mi hija estaba herida, si estaba en cuidados intensivos. Nada”, lamentó la madre de una estudiante de 23 años que viajaba en el tren.