El general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono, dijo que Jack posiblemente tenía autorización de ingresar a las computadoras y tablets que contenían esta información y al sistema de impresoras por el trabajo que desempeñaba, pero que al ser un empleado de la institución había firmado acuerdos de confidencialidad, por lo tanto, sabía lo que hacía al difundir los documentos.