A través del CNDS, Hernández estaba enterado de todo. Nada escapaba a su conocimiento. Conjuntamente con sus subalternos ejecutó acciones como el blindaje ante la justicia con la “Ley de secretos”, desafiaron a Estados Unidos, intentaron parar las extradiciones, decidieron endeudar la Tasa de Seguridad, aprobaron millonarias compras directas y militarizaron la seguridad.