El terror en La Campanera era tal que ni la Policía Nacional Civil quería entrar a hacer operativos, pues muchas veces fueron víctimas de los pandilleros al intentarlo. Incluso, en 2015, el agente de Policía Edenilson Antonio Aguilar Velis, de 45 años y de su hijo Brandon Alexis Velis, de 16 años, fueron asesinados a balazos por pandilleros, pese a vivir en el sector y nunca haberles hecho daño.