Nicolás Valeriano Valerio tenía 71 años y quería lo mejor para su nieta, por lo que decidió, con mucho sacrificio, enviarla a España porque supuestos pandilleros la estaban pretendiendo. Ante esta situación, la familia de Valeriano informó que recibieron varias amenazas de que debían regresar a la joven a Honduras o iban a matar al anciano. Al no cumplir con la petición de los presuntos mareros fue asesinado y dejado envuelto en un costal en la colonia Humuya de Tegucigalpa. Este hecho se registró el 13 de agosto de 2016. 09/06/2017 - 04:06