Estela Vega desapareció el pasado 21 de diciembre, presuntamente cuando salió a comprar regalos para darle a sus seres queridos en Navidad, de inmediato se activó una alerta de búsqueda y su esposo era el más preocupado, pero con el paso de los días salió a la luz la escalofriante verdad.
La madre de 57 años vivía en la comunidad de Coronel, en Chile y había sido vista por última el 21 de diciembre, cuando se fue a buscar regalos para la noche del 24 de diciembre, como había hecho tantas veces en años anteriores.
La mujer salió en la mañana, pero para la tarde su esposo estaba preocupado, pues ya era tiempo suficiente para que hubiera vuelto y tampoco respondía su teléfono celular.
Así que él mismo fue quien interpuso una denuncia de desaparecida en la comisaría local y dio entrevistas a los medios de comunicación.
René Jiménez Molina, de 53 años, se mostró angustiado y colaborando con la Policía en todo momento.
Pero mientras fingía su preocupación, ocultaba el cuerpo de su esposa en su casa y se hacía pasar por ella a través de mensajes de WathsApp para que su familia creyera que seguía con vida, pero lejos del domicilio.
El hombre además pedía ayuda para encontrar a su pareja en los medios de comunicación, haciendo llamados desesperados a quienes tuvieran información o pudieran sumarse a la búsqueda.
Pero al notar que había incongruencias en su testimonio, la policía decidió investigarlo y entrar a su vivienda, encontrando el cuerpo de Estela en el clóset de la habitación.
De acuerdo a las autoridades, el cadáver tenía signos de estrangulamiento y lesiones en el cráneo.
El prefecto Moisés Medel informó que “para ocultar el cuerpo había procedido a embarrilarla con estos objetos plásticos con el sentido de ocultar su delito”.
Tras los interrogatorios, el hombre confesó haberle quitado la vida a Estela, aunque no está claro el móvil.
Vecinos de la pareja reaccionaron conmocionados, pues de todos los escenarios que pudieron imaginar, el de un feminicidio era el menos probable, según sus relatos.
“Estamos todos apenados como vecinos del sector, porque yo siempre la veía regando, limpiando, con su perrito”, menciona Susana, quien conocía a Estela.
“Mil veces los vi salir de la casa, juntos y jamás te imaginas que esto pueda suceder, no había un indicio que esto podía pasar”, lamentó Abraham, otro vecino de la pareja.
De acuerdo a las confesiones del responsable, ambos comenzaron una discusión y él tomó un martillo y la golpeó en la cabeza, luego procedió a asfixiarla.
“Estamos consternados, porque en primera instancia se le prestó colaboración al victimario”, indicaron desde el Departamento de Seguridad Pública de la Municipalidad de Coronel.