Lujos y respeto: así engancha la MS-13 a los jóvenes, relata cabecilla en Cecot
Además de delinquir, los pandilleros de la MS-13 también tienen que buscar nuevos “soldados”, a los cuales cautivan con obsequios y la promesa de respeto
- 25 de septiembre de 2024 a las 22:53
Respeto y lujos son las promesas, sin pensar que su destino se debate entre la muerte o la cárcel. Así reclutan jóvenes la MS-13, según relata un cabecilla de la pandilla
Alex Alfredo Ábrego Ábrego, conocido en el mundo criminal como “Gufy”, pertenece a la Mara Salvatrucha (MS-13) desde hace unos 32 años. Hoy se encuentra recluido en el Centro de Confinamiento de Terrorismo (Cecot), arrepentido de sus actos.
“Gufy” ha visto a lo largo de sus años como la pandilla se convirtió en una estructura de crimen organizado que crece a través de reclutamientos a menores de edad.
Parte del trabajo de los pandilleros es reclutar nuevos “soldados”, usualmente niños de 13 años. “Gufy” detalla que se usa una especie de manipulación que inicia regalándoles cosas como teléfonos zapatos, luego un arma de fuego y que así vayan sintiendo que el respeto es lo que más importa.
La inducción a la pandilla no solo consiste en cautivar a los jóvenes con dádivas, sino también en enseñarles lo teórico, es decir, todo lo relacionado con la MS-13.
Luego, los reclutas son enviados al campo para experimentar la parte práctica. “Es mandarlos o llevarlos al terreno de fuego a que controlen una cancha o un territorio”, mencionó “Gufy”.
Enganchados con la aspiración de ganar el respeto, los niños se rebelan contra sus padres y así poco a poco se adentran más en el mundo de la criminalidad organizada.
Si bien el reclutamiento se hace hacia menores jóvenes, el cabecilla indicó que también hay personas adultas entre los 30 y 40 años que incursionan en este ambiente delictivo.
El respeto por parte de la pandilla se gana a medida se sigan las órdenes de los diferentes crímenes que deben cometer. “Teniendo respeto, te dan al mando un grupo de personas que puede ser general que se llama clica, programa, zona o barrio, en general, que tienes influencia nacional e internacional”, dice “Gufy”.
Una vez dentro de la MS-13, no pueden negarse a cometer ningún crimen que se les ordene. “Tenemos que meternos en todas las cosas delictivas que nos soliciten como crímenes, homicidios, narcotráfico, secuestros, violaciones, extorsiones, aunque no quieras tienes que asumir algún puesto porque así te lo demanda la pandilla”, detalló “Gufy”.
“La MS-13 espiritualmente significa muerte segura, porque todo el que entra a esta organización se muere, bien en manos de la misma pandilla, en manos de la seguridad del país o en manos de grupos que se levantan en contra de las pandillas o pandillas rivales”, dijo el líder pandillero.
“Nunca pensamos eso, pensamos que nuestro hobby era algo de juventud, algo pasajero, luego las cosas cambiaron, la violencia creció, se expandió a nivel mundial creo y nunca pensamos que llegaría a ser la pandilla que es hoy”, mencionó “Gufy”.
La MS-13 más que una pandilla, escaló a ser una estructura de crimen organizado que tocó puertas a los gobiernos para sacar provecho.
“Ha habido políticas entre pandillas con el Estado salvadoreño en los tiempos de Arena (partido político de derecha), FMLN (izquierda), a las pandillas se les ha pedido favores y a cambio de incentivos los hacíamos”, reveló “Guffy”.
Tras sus más de 30 años de vida criminal hasta su última detención en 2022 con la cual fue trasladado al Cecot, “Gufy” asegura estar arrepentido de todo lo que cometió.