El sismo de magnitud 5.6 dejó 13 muertos en el remoto pueblo de Chiuri, Nepal, donde sus casi cuarenta casas quedaron destruidas o muy dañadas. Este día despidió a sus fallecidos, estas son las imágenes de ese acto.
Una vez concluido el duelo, los cadáveres, cubiertos con guirnaldas de tagetes, fueron trasladados en andas a la orilla del río para su incineración, de acuerdo con los principios hindúes.
Chiuri es un asentamiento agrícola en un valle del distrito de Jajarkot, donde murieron la mayoría de las por lo menos 157 víctimas del terremoto.
Muchas familias sufrieron pérdidas. Una mujer llevaba sollozando el cuerpo de su nieto hasta su féretro, envuelto en un chal naranja.
Todo el pueblo pasó la noche después del terremoto sacando cadáveres y supervivientes de entre los escombros de sus casas.
Khumbaya Magar se despertó por el sismo y huyó de su casa antes de que se derrumbase, antes de enterarse de que su hija y su familia estaban desaparecidos.
“Me enteré de que mi hija, mi yerno y mi nieto fueron alcanzados. Sacamos los cadáveres de sus casas”, explica.
Muchos supervivientes pasaron la noche a cielo abierto. “No dormimos. Pasamos la noche sacando cadáveres”, afirma Prajit BK.
“Había unas 40 familias aquí, pero todas las casas se convirtieron en polvo. No hay lugar donde quedarse, nada que comer”, añade.
Las labores de rescate se suspendieron el domingo, después de que las autoridades confirmaran que 105 personas habían muerto en Jajarkot y otras 52 en el distrito vecino de Rukum.
Nepal, donde los sismos son algo habitual, se encuentra en un importante fallamiento geológico donde la placa tectónica india empuja hacia arriba a la placa euroasiática, formando el Himalaya.
Casi 9.000 personas murieron y más de 22.000 resultaron heridas en 2015, cuando un terremoto de magnitud 7,8 sacudió el país y destruyó más de medio millón de viviendas.
El temblor del viernes se sintió en Nueva Delhi, la capital de India, a casi 500 kilómetros del epicentro.
“Ayudamos todo lo que pudimos”, asegura la superviviente Kesari Kumai BK en Chiuri. “Conseguimos salvar a mi cuñada. Pero perdimos a muchos otros”.
Los actos duraron varias horas.
Toda la comunidad fue parte de las honras fúnebres.