Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 80% del territorio de la capital de Haití está siendo controlado por pandillas, según recientes informes. Pero, qué pasó y cómo fue que la violencia llegó a tal punto que alerta a la comunidad mundial.
Esta imagen es el claro ejemplo de lo que se vive en Haití, el líder de una pandilla habla con sus cómplices por un radio comunicador para darles directrices. A su lado, un hombre carga fuerte armamento con el que atemorizan a la población.
En las últimas semanas, una ola de violencia ha sacudido a Puerto Príncipe, donde los pandilleros han quemado propiedades, tiroteado personas y edificios y han liberado a cientos de reclusos.
Esto ha generado caos, miedo y crisis, pues los haitianos buscan huir a lugares más seguros, dejando sus casas y pertenencias atrás.
Por otro lado, también temen salir a la calle a realizar sus diligencias, pues podrían correr el riesgo de ser asesinados. Esta mujer de la tercera edad recibió un disparo en su pierna cuando caminaba por un sector de Puerto Príncipe.
Todo empeoró cuando “Barbecue”, el líder de una pandilla, llamó a derrocar al primer ministro Ariel Henry. “Con estas armas, liberaremos el país y estas armas cambiarán el país”, expresó el líder criminal.
“Pedimos a la Policía Nacional de Haití y al ejército que asuman su responsabilidad y arresten a Ariel Henry. Una vez más, la población no es nuestro enemigo; los grupos armados no son nuestro enemigo. Arresten a Ariel Henry por la liberación del país”, agregó y su llamado desató la violencia.
Henry, quien quedó en el poder tras el magnicidio del expresidente Jovenel Moïse, había prometido llamar a elecciones y entregar el poder el 7 de febrero, pero eso no fue así, lo que causó descontento en gran parte de la población.
Debido a la ola de violencia, muchos haitianos han comenzado a solicitar asilo en República Dominicana, pero no todos lo consiguen, pues la frontera entre ambos países cuenta con varias restricciones.
El 3 de marzo, se reportó la fuga de unos 3,000 reclusos, varios de ellos considerados de alta peligrosidad, quienes se presume, se han sumado a sembrar el terror en las calles, sin que la Policía pueda detenerlos.
Debido a esta situación, el gobierno de Estados Unidos instó a sus ciudadanos a abandonar el país, pues no existían garantías de que sus vidas no estarían en peligro.
En diferentes puntos de Puerto Príncipe se observa a personas huyendo, llevando solo algunas cuantas pertenencias.
Esta situación ha causado alerta internacional, al punto que muchos líderes mundiales han pedido intervención inmediata.