João Fantazzini confió en una aerolínea local de Río de Janeiro para transportar a su golden retriever, Joca, desde São Paulo hasta Sinop, pero lo enviaron en un vuelo de casi ocho horas, donde permaneció en la pista de aterrizaje, sin comer, encerrado en su jaula, y expuesto a temperaturas de 36° C. Su muerte conmociona a Brasil.