“Cuando escuché los resultados me puse a llorar, indignada, y dije mañana salgo, porque esto no puede seguir así, ¡Ya basta!”, lanzó Carabaño, que dice protestar para un mejor futuro para sus dos hijos y nieto. Aquellos que salieron a la calle eran víctimas de amenazas. “Pasó un tipo y nos hizo una seña con el cuello para decirnos que vamos a morir”, describió Jenny Gil.