¿Qué pasó con Eduardo Lerma Nito? Su carta apareció en el campo de exterminio de Teuchitlán
Su ficha de búsqueda sigue activa en registros oficiales y una carta hallada en la finca que era usada para exterminar personas ha causado interés sobre su caso
- 12 de marzo de 2025 a las 15:18

El caso de Eduardo Lerma Nito ha llamado la atención en los últimos días, luego de que una carta suya fuera hallada en un rancho señalado como centro de exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México.

Un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas encontró un atroz lugar en Teuchitlán, Jalisco, México. En un predio, conocido como finca, se halló un centro de entrenamiento criminal con hornos donde presuntamente habrían muerto decenas de personas.

El 5 de marzo de 2024, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresó al Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, tras recibir una llamada anónima.

Ahí encontraron crematorios clandestinos, restos humanos y más de 400 prendas de ropa, junto con mochilas, identificaciones y otros objetos personales. Entre estos, una carta escrita a mano se viralizó rápidamente en redes sociales.

“Mi amor, si algún día ya no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo”, decía el mensaje firmado por Eduardo Lerma Nito, cuyo nombre coincidía con el de un joven desaparecido en San Juan de los Lagos desde febrero de 2024.

Pese a la viralización de la imagen, el mismo colectivo de búsqueda informó el 21 de octubre de 2024 (8 meses después de su desaparición) que Eduardo Lerma Nito había sido localizado con vida y ya estaba con su familia.

Una fotografía compartida por Madres Buscadoras de Jalisco lo mostraba en la Fiscalía Estatal, abrazado por sus seres queridos y sosteniendo un letrero con la fecha de su reencuentro.

Aunque la noticia generó alivio, su ficha de búsqueda sigue activa en registros oficiales, lo que ha causado confusión y críticas sobre la falta de actualización en las bases de datos gubernamentales.

Además, tras el hallazgo del rancho Izaguirre, muchas personas cuestionaban por qué en la carta escrita a mano aparecía la fecha 2 de mayo de 2003, pues hubo quienes pensaron que esa fue la fecha de la autoría de la nota, sin embargo, en realidad corresponde a la fecha de nacimiento del joven.

El caso de Eduardo deja muchas incógnitas. Aún no se ha esclarecido cómo su carta terminó en el Rancho Izaguirre ni qué le ocurrió durante los meses de su desaparición.

Testimonios de sobrevivientes han señalado que el rancho operaba como un centro de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), donde jóvenes eran reclutados con engaños y sometidos a pruebas extremas.

Los que no resistían eran ejecutados y sus cuerpos incinerados. Los que resistían eran obligados a formar parte del grupo delictivo.

Mientras las investigaciones continúan, el caso de Eduardo Lerma Nito ha expuesto la brutalidad de las desapariciones forzadas en Jalisco, un estado que suma más de 15 mil personas desaparecidas. Su historia es una excepción en una crisis que deja cientos de familias sin respuestas. Todavía no se sabe cómo está libre, si pagó un precio para salir o si logró escapar del infierno en el que presuntamente estuvo.