En Steinhatchee, una pequeña ciudad de 1.000 habitantes en el noroeste de Florida, decenas de personas se prepararon desde el martes por la noche para ser evacuadas. Robert Bryant estaba ultimando los preparativos para irse con sus padres, sus dos gatos y su perro tierra adentro. “Estamos en el agua, así que seremos los más afectados”, dijo este estudiante de 18 años, cuya casa construida sobre pilotes se encuentra cerca de la desembocadura de un río.