Los 62 ocupantes de un avión que se estrelló el viernes en el sureste de Brasil murieron. Las autoridades investigan las posibles causas de su impresionante caída en picada sobre una zona residencial.
Voepass, la aerolínea que operaba el vuelo, informó que los “58 pasajeros y 4 tripulantes” que iban a bordo del aparato fallecieron.
La alcaldía de Vinhedo, localidad del interior del estado de Sao Paulo donde cayó el avión, así como el gobierno estatal, confirmaron que no hubo sobrevivientes.
La aeronave del constructor franco-italiano ATR viajaba de Cascavel, en el estado de Paraná (sur), al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
El aparato se precipitó en una zona de casas, provocando el pánico de los vecinos.
Imágenes transmitidas por los medios locales mostraron un avión de gran porte cayendo en picado a gran velocidad.
En otras se podía ver una gran columna de humo subiendo desde el lugar del impacto, donde no hubo víctimas adicionales, según las autoridades.
De acuerdo con el sitio de seguimiento de vuelos Flight Radar 24, el avión voló durante casi una hora a 17.000 pies (5.180 metros) hasta que a las 13H21 locales (16H21 GMT) empezó a perder altitud y en apenas un minuto (16H22 GMT) tuvo una caída brusca hasta los 4.100 pies (1.250 metros).
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) abrió una investigación para determinar las causas del accidente.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, envió a uno de sus ministros al lugar y decretó tres días de luto nacional.
Según la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el vuelo “ocurrió dentro de la normalidad hasta las 13H20 locales”. Un minuto después “la aeronave no respondió a las llamadas” de control y “tampoco declaró una emergencia ni estar bajo condiciones meteorológicas adversas”.
La caja negra con los registros del vuelo ya fue recuperada para su análisis, informaron las autoridades.