”Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los mataron. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre, es una actividad terrorista”, describe el general israelí Itai Veruv. Es precisamente la imagen de los bebés, algunos de ellos decapitados, la referencia más estremecedora en las crónicas de los reporteros que han llegado a Kfar Aza.