El pasado domingo 9 de junio, la ciudad de Río Branco, en Acre, en Brasil, fue escenario de un violento crimen. Ketilly Soares de Souza, de 33 años, fue asesinada a puñaladas por su prometido, Simey Menezes Costa, una semana después de que él le propusiera matrimonio en una ceremonia en una iglesia evangélica de la capital.