Mujer mantuvo cautivo a hijastro durante 20 años hasta que él incendió la casa para escapar
Kimberly Sullivan mantuvo cautivo a su hijastro durante 20 años y el hombre en un momento de desesperación incendió la casa y así logró escapar. Aquí todos los detalles
- 15 de marzo de 2025 a las 18:23

El hombre en cautiverio declaró a las autoridades que su confinamiento comenzó cuando tenía unos 11 años. Declaró que lo encerraban en una habitación sin calefacción ni aire acondicionado casi todo el día y la noche, con poca comida y agua.

Sin acceso a un baño, ideó maneras de deshacerse de sus desechos, incluyendo el uso de una serie de pajitas que terminaban en un agujero en una ventana. Se le rompían pedazos de dientes al comer debido a la falta de cuidado dental. Guardaba parte de su ración diaria de dos botellas pequeñas de agua para bañarse sin jabón y cortarse el pelo.

Los años de crueldad terminaron el 17 de febrero, cuando prendió fuego a la casa en Waterbury en un esfuerzo deliberado por salvarse y contó su historia a la policía y a los bomberos que acudieron al lugar, según la orden de arresto que acusa a su madrastra de secuestro, crueldad hacia las personas y otros delitos.


El hombre, ahora de 32 años, está identificado como “Víctima Masculina 1” en los registros policiales. La madrastra, Kimberly Sullivan, de 56 años, pagó una fianza de $300,000 el jueves y fue puesta en libertad tras comparecer ante el Tribunal Superior de Waterbury, según informó su abogado, Ioannis Kaloidis. Kaloidis añadió que Sullivan, quien fue arrestada el miércoles, niega haber cometido ningún delito. Su próxima cita en el tribunal es el 26 de marzo.

“Les recomiendo a todos que no se precipiten en el juicio”, declaró Kaloidis en una entrevista telefónica. “Se presume la inocencia de esta mujer”.

El padre del hombre falleció el año pasado, mientras que su madre biológica no ha formado parte de su vida, según las autoridades. Él y Sullivan vivían en la casa que él incendió.

El personal médico informó que el hombre estaba al borde de la inanición y padecía síndrome de desgaste, una condición que se caracteriza por pérdida de peso y deterioro muscular, cuando llegó al hospital, según la orden judicial. Con una altura de 1,75 metros (5 pies y 9 pulgadas), pesaba solo 31 kilogramos (69 libras).

Recibió tratamiento por inhalación de humo y se le diagnosticó trastorno de estrés postraumático y depresión. Spagnolo explicó que el hombre enfrenta un largo camino de tratamiento físico y mental. Añadió que la policía lo apoya, incluyendo una colecta para comprarle ropa y otros artículos.

El hombre declaró a la policía que pasaba hambre constantemente. Cuando estaba en la escuela, pedía comida a sus compañeros, robaba comida y comía de la basura. Años después, cuando no asistía a la escuela y estaba confinado en casa, recibía dos sándwiches al día y un poco de agua mientras estaba encerrado en su habitación.