El italiano Andrea Mazzetto bajó por un peligroso acantilado para recuperar su teléfono móvil, luego de caérsele al hacer una selfie, aunque lograron rescatarlo con ayuda de un helicóptero, el joven de 30 años murió en la escena y ahora culpan a su novia.
El joven, de 30 años, paseaba con su novia, Sara Bragante, juntos, decidieron tomarse fotos al borde de un barranco de más de 100 metros y todo terminó en una tragedia, que conmociona a Italia.
La pareja estaba escalando Altar Knotto, una formación rocosa en su ciudad natal llamada Rotzo. Ambos estaban tomándose una foto al borde del precipicio cuando el teléfono se les cayó.
Medios italianos han detallado que el paseo por la meseta de Asiago, Italia, culminó de la peor manera, cuando Andrea trató de recuperar el teléfono que se le había caído unos metros bajo la pendiente.
La pareja disfrutaba de escalar montañas y zonas arriesgadas, tal y como dejaban ver en sus perfiles.
De hecho, una de las últimas fotografías de Andrea Mazzeto con vida es cuando está escalando una parte del acantilado donde poco después moriría.
Justo antes del trágico accidente, habían tomado una sonriente selfie juntos, que Sara compartió más tarde en sus redes sociales conmovida, describiéndola como “nuestra última foto juntos”.
La víctima era muy activa en sus redes sociales, con casi 2.500 seguidores en Instagram, donde compartía regularmente fotos de sus exóticos viajes y donde además expresaba su amor por su novia Sara.
La pareja conmocionó a sus seguidores y a la comunidad local con esta trágica pérdida, pero poco después todo se tornó en una doble pesadilla para la joven, pues además de la muerte de su novio es señalada por su muerte. Incluso le han dicho que debería morir.
Ante la ola de críticas que ha recibido en las redes sociales, acusándola de obligarlo a recuperar su teléfono, la joven ha tenido que aclarar todo. Para empezar se confirmó que el teléfono que había caído al barranco era el de él.
La pareja intentó recuperar y comenzaron a bajar, pero ella recuerda haber escuchado la voz de su madre (fallecida) que le decía que no siguiera bajando. En cambio, el joven insistió una segunda vez en bajar para traer el móvil y fue ahí donde resbaló mortalmente. Fue rescatado por un helicóptero pero ya estaba sin vida.