Noah Crooks, un joven de 13 años residente del tranquilo pueblo de Asage en el condado de Iowa, Estados Unidos, fue condenado a 50 años de prisión por el asesinato de su madre, Gretchen Crooks, después de que ella le prohibiera jugar al popular videojuego Call of Duty.
Foto: Redes sociales 17/03/2024 - 19:53