Nueva York y sus alrededores amanecieron este martes cubiertos de nieve, en un temporal que ha provocado el cierre de colegios, oficinas administrativas, tribunales y perturbado los transportes.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) anunció que desde el alba han caído “de una a dos pulgadas (de 2,5 a 5 cm) de nieve por hora” en algunas zonas del área metropolitana de Nueva York, sobre todo en los suburbios residenciales del condado de Westchester, al norte de la ciudad, encajonado entre el océano Atlántico y el río Hudson.
En este condado había al menos 15 cm de nieve en algunos lugares. El vecino estado de Nueva Jersey también se vio fuertemente perturbado por la tormenta de nieve, que dejó carreteras prácticamente desiertas, en unas escenas impensables en la hora de mayor tráfico.
En Nueva York, los jardines y zonas poco transitadas amanecieron con una fina capa de nieve aunque las aceras y calles estaban despejadas, pese a que a lo largo de la mañana nevaba profusamente.
La última nevada se remonta al 16 de enero, lo que había puesto fin a 700 días sin nieve.
El NWS recomienda en su cuenta X (ex Twitter) a los automovilistas manejar “con la máxima prudencia” o “simplemente evitar desplazarse en la medida de lo posible esta mañana”.
Uno de los aeropuertos neoyorquinos, La Guardia, informó en su cuenta X que “las condiciones meteorológicas provocan perturbaciones en los vuelos”.
La capa de nieve es mayor en las zonas del oeste, en la frontera entre los estados de Nueva York y Nueva Jersey.
En la Navidad de 2022, la “ventisca del siglo” dejó más de un metro de nieve en el norte y oeste del vasto estado de Nueva York.
Dicha tormenta, en gran parte de la zona rural, causó decenas de muertos, sobre todo en la gran ciudad de Búfalo, en la frontera canadiense, a cientos de kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York.
En Estados Unidos y en el resto del mundo, la frecuencia, intensidad e imprevisibilidad de las tormentas de verano e invierno están aumentando como consecuencia del cambio climático.