Luego de tomar unos tragos en compañía de sus amigos, Silvio Ordóñez (58) se dirigía a su casa cuando cayó desplomado, sin vida, en plena calle de la colonia Los Pinos de Tegucigalpa. Su fiel amigo, un perro no lo abandonó. Firme hasta el último instante, cuidó el cadáver de su amo hasta el último momento el pasado 05 de noviembre. (Foto: El Heraldo Honduras/ Noticias Honduras 11/11/2017 - 04:11