Después, algo raro pasó: “Se la querían llevar unas personas que realmente no conocíamos, porque la vieron ya tomada. Ivonne me dice: ‘¡Sari, se quieren llevar a Debanhi!”. Yo asustada volteo y digo: ‘¿Quién se la quiere llevar? No los conocemos, ¿Cómo que se la quieren llevar?’, entonces dicen: ‘Pues la queríamos llevar a su casa’. Y digo: ‘No. No se la van a llevar, ella viene con nosotros, se va a ir con nosotros. Realmente a esas personas que se la querían llevar no las volvimos a ver. Cuando ya la bajan, porque la traían cargada, ella corre al baño de hombres, no quiere salir, se pone necia diciendo que la dejemos en paz, que no le importa, que sus papás eran abogados, que nos pagaba dinero si la dejábamos y después de eso ella sola sale corriendo hacia la alberca, como que quiere tirarse... la detengo y le digo: ‘Oye, tranquila’, pero ella empieza a manotear y a decir que la deje en paz. Me hago para atrás y ella vuelve a correr, rodea la alberca y otro chavo de la bolita con la que íbamos al principio le dice: ‘Oye, tranquila, mira, te queríamos ayudar, vámonos ya de aquí’. Ella empieza a discutir diciendo que la deje y yo me acerco y no quiere y se sale corriendo hacia afuera de la quinta y ahí vamos todos detrás de ella. Cuando estamos afuera de la quinta, al mismo chavo que la intentó calmar, ella lo mordío y lo golpeó”, aseguró Saraí.