El caso de Carlos Quintanilla Pineda, un hondureño que laboraba como guardia de seguridad dejó consternado a la sociedad. Ahora, él paga una condena de 61 años por haber matado su exsuegra, a su propio hijo y por dejar herida a su expareja. Más detalles del caso a continuación.
Los hechos se remontan desde el 12 de octubre de 2023 en la colonia Monte Alegre de la ciudad de San Pedro Sula.
Quintanilla Pineda llegó a la vivienda de su expareja, exigiendo poder ver a su hijo.
Quintanilla Pineda tenía una restricción judicial en su contra. Además, su expareja, Denia Jackeline López Murcia y su exsuegra, Bertilia Murcia, le negaron el ingreso, ya que no llegó en el día acordado.
Fue así como el hombre sacó su arma de fuego y le disparó a la mujer que fue su suegra, ya que ella usó un arma de fuego para defender a su hija y a su nieto.
Ante ello, Carlos Quintanilla Pineda intentó suicidarse, hiriendo su tórax pero no lo consiguió. El acusado fue trasladado el hospital Mario Catarino Rivas para ser atendido.
Pero además de haber disparado contra su suegra, una de las balas también alcanzaron a su pequeño hijo. En su perfil de Facebook, compartió una historia en la que confesaba estar arrepentido de lo que hizo.
Carlos Quintanilla fue capturado el 12 de octubre por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), diez días después de haber cometido el crimen.
El acusado fue llevado al juzgado de turno, donde comentó a los periodistas que actuó en defensa propia porque su suegra fue quien lo hirió primero.
”Yo llegué a la casa de ella por cita de mi esposa a ver al niño porque un día antes yo iba a llegar para ir a una cita al centro de salud Miguel Paz Barahona con ella (su expareja Denia) porque teníamos una charla”.
Quintanilla llegó al tribunal el pasado 30 de julio, donde le darían una sentencia. Algo llamativo fue que vestía una camiseta blanca con una fotografía de su hijo fallecido.
Cuando se le preguntó la razón por la que decidió ponerse esa camiseta, mencionó que es un símbolo de que extraña a su hijo, confesando que se arrepiente de sus actos.
Por el delito de parricidio contra su hijo, Carlos Quintanilla fue castigado con 15 años de cárcel.
Por el femicidio agravado contra su suegra Bertilia Murcia fue condenado a 18 años con nueve meses de prisión.
También, se le sumaron 14 años de cárcel más un mes por tentativa inacabada de querer asesinar a su expareja Denia López Murcia, al igual que otros ocho años con ocho meses por el delito de violación agravada contra una de sus cuñadas.