El silencio de la madrugada fue interrumpido por los gritos desesperados de cinco miembros de una familia que murieron durante un incendio este viernes en la colonia Ciudad Lempira de Comayagüela, que junto a Tegucigalpa conforman la capital de Honduras. La cámara de EL HERALDO recorrió la trágica escena.
Eran aproximadamente las 4 de la mañana del viernes 19 de enero cuando se desató el incendio en la segunda planta de una vivienda.
En la planta baja funcionaba un mercadito, pero esta zona no fue alcanzada por el siniestro.
Varios comestibles, frutas y otros productos permanecían intactos, mientras que en la parte superior de la casa varias habitaciones ardieron en llamas.
Los vecinos relataron que se percataron del incendio por el humo que emanaba de la casa y por los gritos desesperados de las víctimas.
En la propiedad vivía una pareja de esposos, dos niñas y una mujer adulta.
“Se escuchaban los gritos de la señora llamando a las niñas y después ya no se escuchó nada”, relató un vecino consternado.
Los miembros del Cuerpo de Bomberos lamentaron que la casa contaba con fuertes medidas de seguridad como portones y ventanas bien asegurados, lo que dificultó el acceso para apagar el fuego rápido o salvar a las víctimas.
“Tenemos que vivir como presos por la inseguridad y por eso ellos tenían bien protegida la casa”, opinó otro poblador.
Imágenes presenciadas por el equipo de EL HERALDO muestran cómo las niñas, de entre 7 y 12 años, quedaron quedaron dentro de uno de los baños, adonde habrían corrido a protegerse.
Dos adultos fueron hallados en una misma habitación, tirados muy cerca de la cama.
La quinta víctima estaba al interior de la sala, de acuerdo a información de los bomberos.
Los cuerpos estaban en ropa interior, pues se encontraban durmiendo cuando sucedió el siniestro.
“Murieron producto de la inhalación de humo, monóxido de carbono, porque los cuerpos no están calcinado, tienen poquitas quemaduras como de tercer grado”, confirmó el teniente Wilson Vásquez.
Además, dijeron que en el negocio también se encontraron algunos explosivos, que eran vendidos por las víctimas. Sin embargo, no se ha definido si esto causó el incendio o fue por otro factor.
Varios enseres de la segunda planta también quedaron carbonizados, según evidenció la lente de EL HERALDO.
La consternación era evidente entre los vecinos de los fallecidos, quienes indicaron que eran personas serviciales y muy conocidas en la colonia Ciudad Lempira.