La madre narró que cuando se le notificó que su hija había sido internada en el Hospital Mario Catarino Rivas nuevamente, en donde una doctora le consultó quién vestía o cambiaba los pañales de su hija, ante lo cual ella le respondió que durante el tiempo que vivieron juntas se encargó ella misma o en su defecto, la abuela, pero que nunca le permitió a nadie más esa labor, hasta que la pequeña pasó a manos de la Dinaf, donde desconocía quién se encargaba de esta tarea.