Sandra Hernández, de 43 años, vecina de la aldea Brisas de Jaguaca y madre de dos hijas, Lissy Barrera de 12 años y Angie Barrera de 8, era la propietaria de una pequeña pulpería que servía como su principal fuente de ingresos para sustentar a su familia, esta mañana fueron descubiertas muertas por un poblador que “iba a comprar a la pulpería y encontró los cuerpos”, habían sido asesinadas a machetazos. Lo que se sabe del atroz caso que enluta a Honduras 21 de mayo.