Haciendo honor a la patria, a sus símbolos y tradiciones, pero también a los sueños que desean cumplir en esta tierra a medida crezcan, cientos de estudiantes del nivel básico desfilaron por las calles de Tegucigalpa, Comayagüela y alrededores para conmemorar los 203 años de independencia de Honduras. Aquí algunas imágenes.
Los maestros intentan hacer conciencia en sus alumnos desde temprana edad sobre el cuidado de los recursos naturales como el agua y el respeto al medio ambiente.
En este medio ambiente en donde también vive el Ave Nacional de Honduras, la guacamaya roja que personifica esta hermosa niña.
También, los estudiantes demostraron su amor por los lugares históricos de nuestra patria, como las emblemáticas Ruinas de Copán.
Los pequeños de diferentes grados y centros educativos también rindieron tributo al indio Lempira, un héroe de la historia hondureña.
Los desfiles también sirven para que los estudiantes muestren sus gustos particulares, como este grupo de deportistas de diferentes disciplinas.
O estos pequeñines, que sueñan con ser exitosos militares, médicos, arquitectos, ingenieros, abogados, maestros y un sinfín de profesiones y oficios más.
Y es que muchos de los estudiantes son de excelencia académica, con índices arriba del 90%.
Los padres de familia y transeúntes pudieron disfrutar de coordinados desfiles en el marco de los 203 años de independencia.
Estos desfiles son el reflejo de meses de prácticas y de una inversión por parte de los padres y tutores para que cada detalle fuese impecable.
La emoción en los rostros de los menores era evidente, pues anhelaban desfilar y rendir tributo a su país.
Hermosas niñas también engalanaron con su presencia los desfiles este 2024, algunas de ellas poseen títulos de reinas o novias de su grado o su instituto.
Las más pequeñas también desfilaron representando animalitos como mariposas, abejas, conejos, entre otros seres vivos que habitan en Honduras.
Otros pequeños optaron por desfilar en la banda de guerra de sus centros educativos, poniendo a bailar a todos los presentes.
Y no podían faltar las palillonas, quienes mostraron sus pasos y su destreza dando un verdadero espectáculo.
Un maestro se robó los aplausos del público al desfilar junto a sus estudiantes en su silla de ruedas.
Los estudiantes en la capital desfilaron desde diferentes puntos, como este pequeño que marchó con su pelotón hasta el barrio Guanacaste, en el centro de la ciudad.
Las bellas pomponeras también pusieron ritmo a los desfiles patrios.
Los niños se comportaron a la altura con las festividades patrias, a pesar del sol de la mañana este 8 de agosto, del ruido de los carros en las calles y del cansancio al caminar hasta el final de la ruta establecida.
La bella palillona Nazaret Romero, estudiante del Instituto Senderos de Luz desfiló por el bulevar Morazán junto a sus compañeras.