Un sujeto armado nos subió a un taxi (ella andaba acompañada con otra amiga). Cuando estábamos adentro nos quitaron el celular, las tarjetas y los zapatos. Pensamos que ahí mismo nos dejarían ir, pero no. El que manejaba (cómplice) le pidió al asaltante que viera en grupos de WhatsApp si había policías por donde ellos iban a pasar”.
“-No, no han dicho nada en los grupos, debe estar libre”, contestó el asaltante, que iba sentado en la parte de atrás del vehículo junto con las víctimas, a las que no dejaba de apuntar con su arma.