Hace unos días esta montaña en la zona de Miralago, colindante con La Tigra, fue un verde bosque lleno de árboles y frondosa maleza. Hoy solo se observa un panorama gris.
Así luce la capital llena de humo, ya que el aire está demasiado contaminado y es poco saludable para la población.
Personal de las diferentes instituciones se movilizan por la zona para evitar que se expanda el incendio.
Sin importar el terreno, los hombre valientemente se adentran en el bosque para evitar que las llamas continúen causando daños al bosque.
A pesar del calor y el cansancio estos valientes hombres siguen trabajando en la zona del incendio.
Con mochilas llenas de agua se evita que los incendios avancen de forma controlada.
Estas mochilas cargadas de agua son importantes herramientas que ayudan a evitar que el fuego avance.
Con azadones en manos se remueve la tierra y se crean rondas cortafuego.
De esta forma se lucha de frente ante las llama. Hombres que arriesgan su vida para cuidar los bosques.
Estos troncos causan que los incendios se reactiven, ya que están prendidos y con ayuda del viento se aviva la llama.
Por esto el personal que esta en vigilancia se encarga de apagarlos por completo.
Sin importar lo difícil del terreno los hombres ingresan a las zonas, para atacar de forma directa el fuego y para enfriar la zona.
Una persona es capas de evitar que el fuego continúe, por eso las cuadrillas mantienen vigiladas las zonas.
Así quedan las zonas boscosas de la capital luego de los incendios forestales.
Estos troncos en llamas y el fuerte viento causan que lo incendios se reactiven.