Tras haber puesto un ultimátum semanas atrás exigiendo el pago del subsidio que se les adeuda, los dirigentes del transporte ordenaron la paralización de sus unidades, acción que comenzó la mañana de este lunes. Más detalles a continuación.
En la carretera que conduce hacia la zona norte del país, comenzaron a aglomerarse en filas los buses urbanos.
Los únicos viajes que realizaron los autobuses fueron desde las 5 a.m. hasta las 8:00 a.m., dejando varadas a las personas que necesitaban trasladarse hacia distintos lugares.
Entre algunas de las rutas que dejaron de operar este día figuran las que transitan por el anillo periférico, la colonia Kennedy, la colonia Ulloa, Cerro Grande, Tiloarque, entre otras.
Se aclaró que el paro de transporte no implicaría la obstrucción del tránsito de otros vehículos, tomando la acción solo orillarse a un carril.
Desde estudiantes, personas que se dirigían a su trabajo, a centros médicos o a cualquier otra obligación o compromiso se vieron afectados por el paro.
Hasta el momento, el paro será indefinido, siendo una medida de presión por parte de los transportistas para que el gobierno pague lo que se les debe en concepto de subsidio.
El no pago del subsidio podría derivarse en que la tarifa de los buses “rapidito” de la capital aumente tres lempiras, pasando de 13 a 16 lempiras su valor.
Ante las medidas de protesta emprendidas, el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) anunció que se sancionará a quienes se sumen al paro.
Rafael Barahona, comisionado presidente del IHTT, declaró que a las personas que participen en el paro no se les volverá a pagar subsidio, así como también incurrirían en que se les quite su contrato de concesión para prestar el servicio de transporte.
“Aquella unidad de transporte que impida que la población se movilice de manera normal en el Distrito Central no volverá a ver ni un centavo partido por mitad del subsidio en este gobierno”, aseveró Barahona.
Con respecto al posible aumento en la tarifa del pasaje, Barahona resaltó que no lo permitirán, arguyendo que el precio de la gasolina diésel se ha mantenido en este año entre los 80 y 92 lempiras.
De acuerdo al dirigente del transporte, Wilmer Cálix, el gobierno no les ha pagado cinco meses en concepto del subsidio que se acordó en 2022.
Cada paro de transporte termina afectando a alrededor de 500 mil usuarios que dependen de estas unidades, de acuerdo a estimaciones del rubro de este medio de transporte.