Los agentes dijeron que el hombre residente en Franklin, a 20 millas al sur de Nashville, acostumbraba viajar con frecuencia a los patios de recreo de las escuelas cercanas en Hill Estates y Glass Lane, donde hablaba con niños pequeños e intentaba “reclutarlos como jugadores en su equipo”. Una vez ganándose su confianza al tenerlos como alumnos, los invitaba a su casa, donde los drogaba con engaños y los violaba.