El crimen contra la menor conmocionó a su comunidad, pues sin ella saberlo alcanzó a revelar la identidad del hombre que le arrebató la vida minutos después. Estos son los detalles que se conocen sobre el horrendo crimen.
El hecho se registró en Cáchira, Norte de Santander, donde la joven Karina Blanco Durán (16) fue asesinada y abusada.
Karina Blanco, la estudiante de undécimo, salió de su vivienda en horas de mañana, en la vereda La Sardina, con destino al colegio San Francisco de Asís, en zona rural del municipio de Cáchira, (Norte de Santander), pero nunca llegó a su destino.
“Un hombre me está persiguiendo” fue la frase de Karina envió el día de su desaparición junto con esta foto a un compañero cuando se dirigía a la escuela al sentir un feo presentimiento.
El compañero estaba en Bucaramanga y dio aviso a los familiares de ella, quienes salieron desde la vereda La Sardina a buscar a la adolescente en compañía de los vecinos quienes se unieron a la causa.
La joven fue lanzada al río por el sujeto que llevaba, al parecer, cuatro meses viéndola pasar por este sector en donde se cometió el hecho. La joven fue hallada en la vereda de Los Alpes seis horas después de su deceso.
La madre de la menor vio el cadáver, que presentaba heridas en el pecho y en el cuello, y en medio del dolor dijo “mátenme que yo quiero irme con ella” en medio de desgarrador llanto e indignación.
La comunidad encontró al presunto agresor en el sector de La Unión, aparentemente el hombre confesó que él había abusado sexualmente de Karina, la había apuñalado y luego había lanzado su cuerpo al río Cáchira.
La turba quería hacer justicia por su propia mano y para evitar un linchamiento, los uniformados lo tuvieron que trasladar del sitio, sin embargo eso fue inútil.
Más tarde, los campesinos, en medio de estas escalofriantes palabras, arremetieron contra el sospechoso con machetes, palos, piedras, puños y patadas hasta quitarle la vida.
El cuerpo de la menor permaneció varios días en medicina forense lo que provocó malestar entre familiares que demandaban poder darle cristiana sepultura. “Afortunadamente el río no la robó, pero ahora Medicina Legal no la quiere entregar. Por eso estoy aquí y les pido de corazón que nos entreguen a la niña”, agregó un tío durante una protesta.
Familiares de la menor insistieron para que el cuerpo de Karina finalmente fuera entregado y darle cristiana sepultura, pues el no poder despedirla estaba ahondando el dolor de ellos como familia, en especial a la progenitora de la niña.
Su muerte en un hecho atroz conmocionó a Santander por lo que la población se volcó a las calles a protestar contra los crímenes contra menores.
Los restos de Karina Blanco finalmente fueron sepultados este sábado en medio de la consternación y dolor en su comunidad.
El caso de la jovencita pasaría a ser una más de las estadísticas cuyos crímenes quedan impunes, sin embargo la foto que le envió a su compañero ayudó a identificar al presunto asesino, ahora las autoridades deben esclarecer si la persona linchada en efecto era el mismo de la foto.