Iris Zeledón, originaria de Wiwilí, Nueva Segovia, recibió cristiana sepultura en Honduras junto con su bebé. “No pedimos sepultarla en Nicaragua porque no reunimos los 2,500 dólares que nos cobraba la funeraria para trasladarla y porque las autoridades (hondureñas) no quisieron entregar el cadáver”, aseguró la entrevistada.