Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) la viruela símica o del mono puede transmitirse a cualquier persona por medio del contacto cercano, personal y de piel a piel frecuente, lo que incluye: contacto directo con el sarpullido, las costras o los líquidos corporales de la viruela símica de una persona que tenga la enfermedad. También se puede transmitir al tocar objetos, telas (vestimenta, ropa de cama o toallas), y superficies que haya usado alguien con la viruela símica. El contacto con secreciones respiratorias también forma parte de la lista.