Como ya no se pedirá visado, los ciudadanos de estos cuatro países latinoamericanos, así como de otros nueve del resto del mundo, solo necesitarán una autorización electrónica de viaje (eTA, por sus siglas en inglés), un documento que se obtiene en línea y que cuesta siete dólares canadienses (5 dólares estadounidenses, es decir, unos 123 lempiras al cambio actual).